Sobre mapas y miniaturas

El sábado pasado tuvimos una muy buena sesión de juego, bastante completa tanto en intensidad como en duración. Al final estuvimos unas 5 (¿o más?) horas de tiempo de juego, que para nuestros viejos cuerpos es mucho. La aventura era un dungeon crawl con ciertos toques de investigación, a los que nos enfrentamos cinco aventureros y un DM:

-Dungeon Master: El Sr. Andrés, Barsto si te lo encuentras en Ungoloz. La aventura creo que era "Traición!", de la magnífica página de "El Contemplador".

-Tyrka-La-Tûr: Una enana con muy malas pulgas. Aunque de segundo nivel, sus altos puntos de vida le hacían estar en primera línea dando y recibiendo que daba gusto.

-Sador el Montaraz: De nivel 3 y que tuvo que dejar el arco y hacer de "tanque" en los momentos más duros del combate.

-Minerva la Maga, de 2º nivel: Sus conjuros de dormir y encantar persona resultaron útiles, aunque al final tuvo que dar el cayo y liarse a bastonazos.

-Larién PriedraBruna: Elfa de los Bosques de Nivel 2. Un cocinero con malas pulgas y un encuentro con un "cieno andante" la dejaron incapacitada buena parte de la aventura.

-Lili: Elfa de nivel 2, siempre apoyando desde la retaguardia con su arco largo.

¡Ay qué cosa más bonita de dibujo! XD

El devenir de la historia hizo que los personajes exploraran la guarida de un poderoso mago, que rezumaba magia y trampas en cada sala y el interior de un pequeño castillo. En ambos casos, se trataba de un asunto de exploración y orientación, aunque también hubo numerosos combates.

Aquí, la principal diferencia de lo que hemos hecho en otras ocasiones fue el no usar atrezzo para la partida. A mí personalmente me gustan mucho las minis, los mapas, y los wargames. Hasta ahora hemos empleado todo esto para hacernos una idea más gráfica de cómo se desarrollaban los combates, casi más por la estética que por la funcionalidad, o porque las reglas lo pidieran. Es cierto que quedaba bonito, pero también que podría ralentizar el juego.

Aquí, símplemente, seguimos las indicaciones de los manuales originales y designamos un cartógrafo que se encargó de ir confeccionando el mapa a partir de las descripciones  del DM. En nuestro caso hubo dos dibujantes diferentes: uno para cada uno de los "dungeons". En mi opinión no se hizo más lento el juego (ni más rápido), ni tampoco menos "bonito". Eso sí, la sensación de exploración se incrementó y el resultado final creo que mereció la pena. Lo mejor fue al comparar el mapa real con el nuestro al terminar la sesión XD.

En el caso de los combates, estos fueron "imaginados". Sólo teníamos en cuenta si estábamos en primera línea o más atrás o sí estábamos en la misma sala. Las descripciones de nuestras acciones definían qué estábamos haciendo y en qué momento. Es totalmente diferente de un combate con miniaturas. Tengo que decir que siempre había jugado así...sobre todo porque nunca tuve dinero para miniaturas ^^.

Aquí teneis una muestra del resultado del primer mapa, comparado con el original:

El mapa de la derecha corresponde con el mapa superior de la izquierda

Y ahora con el de abajo a la izquierda

Todo esto al final me ha servido para reflexionar sobre cómo jugamos y cómo juega la gente. Creo que llevar la partida "en la cabeza" no nos supuso mucha dificultad y, sabiéndolo apreciar, seguro que fue una experiencia más rica: es como ver una película o leer un libro. No sé si esto tuvo algo que ver con la panzada a jugar que nos dimos, pero en el fondo creo que pudo ayudar.

Veremos cómo terminamos la aventura, que seguro que aún tenemos unos cuantos mapas que dibujar...